domingo, 22 de septiembre de 2013

que mi hijo me preste su mirada
(eso quisiera)
y así poder volver a ver
como veía
acá nomás
dos o tres cuadras
a la vuelta de cuatro o cinco
esquinas
esos lugares que los mapas antiguos designaban
terra incognita
infestados de salvajes con los ojos en el pecho
o con nariz y boca
de perro
(cinocéfalos)

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